Cuidar el ambiente es un compromiso que, día a día, la industria láctea asume y fortalece. La producción responsable, el cuidado de los animales y la optimización de los procesos productivos son algunos de los parámetros que el sector considera para lograrlo. La ganadería sostenible gana terreno y entender su concepto y aplicarlo asegura una mayor rentabilidad y competitividad, sobre la base de la minimización del impacto ambiental.
La ganadería sustentable es una oportunidad para conservar el equilibrio entre el ambiente, el ser humano, y el campo a través de acciones que mejoran la productividad, rentabilidad y competitividad de los productores de leche. El enfoque es simple: buenas prácticas que generen el menor impacto en los recursos naturales, con el objetivo de fortalecer la conservación de ecosistemas y comunidades.
Resulta fundamental entender que el impacto ambiental ha generado consecuencias irreversibles, sin embargo la implementación de prácticas sostenibles dentro de la ganadería mejoran la productividad y la capacidad competitiva, además, permiten al productor contar con certificaciones que avalen su calidad, seguridad e inocuidad alimentaria; lo que se traduce en mayor rentabilidad, mejor reputación en materia de negocios y en sostenibilidad.
Las prácticas ganaderas sostenibles son aquellas que perduran en el tiempo y mantienen una producción en función de la preservación del ambiente, y para ello resulta clave incentivar en los productores de leche la implementación de un modelo productivo en el que los recursos naturales (agua, energía, suelo) sean aprovechados y reutilizados de la mejor manera.
Algunas claves para generar prácticas de ganadería sostenible son:
implementación de programas silvopastoriles (que potencien la siembra de árboles para el cuidado del recurso hídrico), de esta manera se evita el deslizamiento de tierra en laderas, se descontamina los suelos cuidando los ríos, se disminuye la compactación del suelo y se mejora la productividad en épocas de sequía. Por otro lado, se promueve el uso de fertilizantes orgánicos, el bajo consumo de electricidad, el riego de potreros con gravedad -sin uso de bombas-, y la siembra de árboles como barreras vivas -para controlar los vientos, evitar la erosión y proteger los bosques-.
La ganadería sustentable es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria del país, mediante la elaboración de productos de la más alta calidad y bajo estrictos estándares de inocuidad y responsabilidad.
Fuente de información:
Juan Carlos López, Director de Operaciones y Supply Chain de Tonicorp
Sobre Tonicorp: La empresa basa su accionar en una operación sustentable y enfoca sus esfuerzos en medir las emisiones de gases de efecto invernadero, reducir el consumo de energía eléctrica y neutralizar las emisiones implementando el uso de energía renovable; resultado de las iniciativas sostenibles que implementa en la ganadería, cuenta con la primera y única hacienda ganadera con certificación “Carbono Neutral” del país. La compañía promueve la ganadería sustentable bajo el direccionamiento y asesoría de técnicos especializados en la gestión eficiente de recursos naturales, disminución de residuos y tratamiento de efluentes.
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