Incorporar lácteos en la dieta diaria trae múltiples ventajas para la salud. Además de fortalecer el sistema inmunitario, cuidar tus huesos y favorecer el desarrollo congnitivo, los lácteos previenen varias enfermedades, entre ellas las relacionadas con el sistema cardiovascular.
Nuestro experto: Doctor Ricardo Maingon, cardiólogo clínico, experto en manejo de hipertensión, cardiopatías y evaluaciones cardiovasculares.
La principal función del sistema cardiovascular es enviar sangre a todo el cuerpo gracias al bombeo del corazón, además, se encarga de transportar dióxido de carbono al corazón y pulmones para finalmente eliminarlo a través de la respiración.
En estado de reposo, el corazón se encarga de bombear cinco litros de sangre por minuto, pero esto puede triplicarse o cuadruplicarse al ejercer cualquier actividad, por lo que es fundamental suministrar al organismo los componentes necesarios para ayudar a prevenir enfermedades como insuficiencia cardiaca, infarto al miocardio, hipertensión, etc.
Según el cardiólogo clínico Ricardo Maingon, cada año mueren alrededor de 9 millones de personas a causa de enfermedades cardiovasculares.
Existen muchos mitos alrededor del consumo de productos lácteos para tener una buena salud cardiovascular, ya que varios de estos alimentos pueden ser altos en grasa, sin embargo, la grasa de los lácteos no es perjudicial para la salud ni tiene azúcares añadidas. Incluir estos alimentos en la dieta diaria puede regular la presión arterial y reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Para pacientes con enfermedades cardiovasculares, por ejemplo, se recomiendael consumo de lácteos bajos en grasa, debido a sus beneficios inmunológicos.
Según estudios, el consumo de al menos tres porciones de lácteos cada día está relacionado con una reducción de entre el 14 % y 23 % de las enfermedades cardiovasculares y la mortalidad por estas.
Para mantener una buena salud cardiovascular desde la niñez hasta la tercera edad, se recomienda tener una dieta rica en proteínas, carbohidratos y vitaminas, componentes presentes en todos los productos lácteos. Además, está científicamente comprobado que las personas que consumen lácteos tienen menor riesgo de padecer una apoplejía (síndrome neurológico que ocasiona la suspensión de la actividad cerebral, como una embolia o una hemorragia).