La historia del yogur se remonta al continente asiático del siglo II AC, donde los poblados locales lo elaboraron a partir de la necesidad de conservar la leche. Por esta razón, el resultado de la fermentación de la leche fue bautizado en Turquía como yogur, un producto fácil de digerir y muy nutritivo. En el siglo XVII, el yogur llega a Europa y comienza a ser consumido diariamente en los hogares hasta alcanzar la enorme popularidad que tiene en la actualidad.
El yogur es elaborado sobre la base de la leche que ha sido fermentada hasta convertirse en un producto semilíquido, adquiriendo un sabor y aroma particularmente agradables. En el Ecuador este alimento también ha contribuido al desarrollo de la industria láctea, ya que en la actualidad son muchas las empresas que ofrecen diferentes presentaciones del producto dirigidas a todo tipo de públicos como los niños, adultos mayores, deportistas, e incluso para personas con problemas de salud específicos como el colesterol elevado.
A mediados de los años setenta se desarrolla la comercialización y consumo del yogur en el Ecuador junto al pan de yuca, combinación que es muy popular hasta el día de hoy y caracteriza a nuestro país. Posteriormente se añaden los sabores naturales o artificiales, frutas, vitaminas y minerales.
Existen distintos tipos de yogur los cuales se clasifican de acuerdo a los productos que se añaden en su proceso de elaboración, cambiando de esta forma su sabor, textura, y propiedades nutricionales. Los principales tipos son:
Natural
El yogur natural es producto directo de la fermentación de la leche, por lo que no contiene azúcares y a su vez potencia el contenido nutricional, en cuanto a minerales como el fósforo, calcio, vitaminas y grasa láctea. Además el yogur natural ayuda a combatir y prevenir la caries y enfermedades de las encías.
Yogur azucarado o edulcorado
Esta variedad existe debido a que naturalmente el yogur posee un sabor un poco agrio, por lo que se le agrega azúcar haciéndolo más atractivo, especialmente para los más pequeños, pero a su vez aumenta también la cantidad de calorías que contiene. Una alternativa en este aspecto es el consumo de yogur con edulcorantes autorizados que sustituyan al azúcar.
Agregado con frutas
Cuando se agrega al yogur cualquier otro producto, como las frutas, cambian sus propiedades respecto al aporte de vitaminas, fibra, minerales y calorías que posee. Es una opción realmente nutritiva y deliciosa para desayunar o para calmar el apetito entre comidas.
Aromatizados
Los yogures aromatizados son los más comunes y comerciales, vienen de distintos sabores y presentaciones, pero se distinguen por el hecho de que no contienen fruta real, sino únicamente un aromatizante autorizado y elementos que otorgan olor y sabor atractivos para su consumo.
El yogur es un alimento bastante recomendado por los profesionales de la salud, debido a que cuenta con múltiples cualidades beneficiosas y posee gran facilidad para ser digerido incluso en personas con intolerancia a la lactosa. Es aliado de la buena digestión, además favorece enormemente al desarrollo de los huesos, disminuye el colesterol, contribuye a bajar de peso, y gracias a que actúa como un desintoxicante, es conveniente para conservar un excelente estado de salud en nuestro organismo.
Fuentes:
Centro de la Industria Láctea. (2015). La Leche del Ecuador – Historia de la lechería ecuatoriana. Quito, Ecuador.
Federación Panamericana de Lechería. (2015). 5 razones saludables para consumir yogurt todos los días. Recuperado el 27 de diciembre de 2017, de Sí a la Leche: http://sialaleche.org/5-razones-saludables-para-consumir-yogurt-todos-los-dias/
Viviant, V. (2012). Leche, Yogur & Queso sanadores más allá de los huesos.Buenos Aires, Argentina: Librería Arkadia.
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